Desde los últimos años hasta ahora, el vino ecológico se ha ido abriendo hueco en el sector y ganando relevancia y protagonismo. Sin embargo, son muchas las personas que todavía no saben distinguir qué diferencia un vino ecológico de uno tradicional, como los que hemos consumido siempre.
La principal diferencia entre ellos es que, para obtener un vino ecológico, se han puesto en práctica diferentes acciones sostenibles en su etapa de elaboración y producción. Es decir, desde la recogida de la uva hasta la obtención de la botella de vino que tenemos en nuestra mesa, se han seguido procesos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.
Lo que se busca conseguir con los vinos ecológicos es, a su vez, apostar por la agricultura ecológica y demostrar que los entornos donde se produce y se elabora el vino también con conscientes con el medio ambiente, respetándolo en cada uno de los pasos para la producción de una botella de vino blanco o tinto.
Para saber si al comprar un vino es ecológico o tradicional, se ha establecido por norma que los vinos sostenibles porten una etiqueta que lo indique. De esta manera, el comprador sabrá si se trata de un vino comprometido con su entorno y con el medio ambiente.
¿Qué diferencias se establecen en la producción de un vino ecológico?
Como mencionábamos, para que un vino pueda considerarse sostenible ha de ser producido de manera respetuosa con el entorno. Esto quiere decir que hay una serie de pasos normativos que deben aplicarse, como, por ejemplo:
- En los viñedos donde crecerá la uva para el vino, ha de utilizarse abono lo más natural posible. Lo idóneo es que sea un abono producido por la propia biomasa del resto de cultivos.
- En el proceso de selección de la uva, no pueden escogerse uvas dañadas por algún fenómeno medioambiental.
- Las parcelas de viñedo donde se cultivan las uvas no son cuidadas con pesticidas ni productos químicos agresivos para la fruta. Ya que puedan dañar o alterar el sabor natural. De esta forma se asegura que los productos son naturales y que no han sido modificados por ningún agente externo.
- Todo el proceso llevado a cabo durante la siembra y la recolección de la uva es manual. No se emplea maquinaria, ni si quiera para el arado.
- Durante el proceso de clarificación del vino, los niveles de carbono utilizados han de ser lo más mínimos
- Los tapones colocados una vez que se envasa el líquido han de ser de corcho natural o, en su defecto, de corcho reciclado.
- Las etiquetas de la botella, además de indicar que el vino es ecológico, es aconsejable que indiquen los pasos seguidos en el proceso de elaboración. También es obligatorio que señalen todos los ingredientes.
Por tanto, si quieres disfrutar de un vino ecológico recuerda buscar la certificación de la botella que vayas a comprar en el supermercado antes de llevártela a casa. Y recuerda también que cada vez que consumes un alimento ecológico estás siendo responsable y respetuoso con el medio ambiente.
En Astrid Tapería Orgánica puedes disfrutar de unos excelentes vinos ecológicos. Para cualquier consulta, ponte en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de atenderte!
Loading...
